Cuentan sus seguidores que intentar explicar lo que es y significa Burning Man (hombre quemado) a alguien que nunca ha estado en este evento; es un poco como intentar definir a un ciego un color en particular, hay que vivirlo.
La historia del primer Burning Man empieza en 1986 en una pequeña playa de San Francisco donde tras la fiesta se quemó una construcción gigante con forma de hombre y de ahí quedó el nombre. Con el tiempo se ha convertido en una semana al año dónde si no la traes tú no existe la electricidad, no vale el dinero… sólo el intercambio; en una auténtica y bulliciosa ciudad construida con tiendas de campaña o motorhomes… en el Black Rock Desert (Nevada), y habitada por más de 50.000 personas a día de hoy.
Asistir a Burning Man es viajar hasta el desierto para involucrarse y formar parte de una comunidad experimental que pone a prueba a sus miembros para expresarse y depender de sí mismos, a un nivel que no sería posible encontrar en nuestra vida cotidiana. El resultado de este experimento es Negro Rock City, sede del evento “Burning Man”.
Cada participante debe decidir cómo va a aportar y lo que va a dar a esta comunidad. El evento tiene lugar en un antiguo lecho pantanoso conocido como “La playa”, que una vez concluido y los voluntarios han vuelto a sus vidas; a veces casi un mes después de que el evento ha terminado, no queda ni rastro de la ciudad que fue por un corto periodo de tiempo, la más poblada de todo el condado.
El arte es una parte inevitable de esta experiencia, de hecho parte principal de la experiencia que Larry Harvey creó como fundador del proyecto “Burning Man” (Hombre en llamas). Lanza un tema diferente cada año, para fomentar un vínculo común y ayudar a vincular la contribución de cada individuo de una manera significativa. Los participantes son animados a encontrar en ellos mismos una manera de ayudar a que el tema cobre vida; ya sea a través de música, instalaciones de arte a gran escala, móviles personalizados, regalos para intercambiar, disfraces, o cualquier cosa que atraiga en consecuencia.
El impacto de la experiencia de Burning Man es tan profundo, que se ha creado una verdadera cultura a su alrededor. Esta cultura sobrepasa los límites de Burning Man, con miles de voluntarios; tantos que ha llevado a la gente agruparse en todo el país y fuera de él, en un intento por reavivar ese sentimiento mágico que sólo formar parte de esta comunidad puede ofrecer. Comunidad, participación, libre expresión, amor libre, autonomía, principios que son el alma de la experiencia the Burning Man.
Chu Uroz: es Concept designer, Presidente de la organización ModaFAD, Director Artístico, alguien conocido en el sector creativo de Barcelona y ha estado en Burning Man. Con él reviviremos; aunque sólo sea un poco, una experiencia realmente auténtica.
H – ¿Introdúcenos en “Burning Man” por favor, de qué va esto?
C – Burning Man es un festival motivado por una comunidad, con un tema nuevo cada año, organizado por campamentos temáticos en torno a un tema… es “el festival”.
¿Cómo se vive en tiendas de campaña, sin luz, sin gas, sin dinero… entre tanta gente?
C – Bueno, eso depende de cómo te lo montes; pero hay que ir bien preparado. La comida te la traes tú, aunque siempre hay intercambio entre campamentos. Algunos vienen desde Canadá con un cochecito customizado y otros que vienen desde NY en motorhomes dignos de una Celebrity de Hollywood. Se necesita un año entero para prepararlo; pero el festival en sí está muy bien montado.
¿Qué quiere decir “ir bien preparado”?
C – Indispensable traer un camel-pack con agua, gafas anti-ventisca y máscara para no sufrir tanto durante las constantes tormentas de arena. En mi grupo fuimos en un motorhome totalmente equipado con botas de vino (regalo de 24kilates), barbacoa, reserva de comida, limoncello casero y tequila añejo edición especial para regalar a nuestros vecinos. Indispensable también traer bicicleta para moverse por el desierto.
¿Qué ofrece la organización, hay que pagar algo?
C – 300 dólares y el último día reparten atún para todos traído desde la costa Californiana.
Dura una semana, explica cómo transcurre un día, por ejemplo…?
C – Si es tu primera vez, al llegar tienes que tocar el gong de iniciación. Luego todos los “Burners”, que es como se les conoce a los asistentes del festival; construyen su propio campamento con todos los miembros de su comunidad. El día transcurre explorando otros campamentos para situarse en “La playa” y por la tarde después de la puesta de Sol comienzan las “raves”, performances, deportes tipo skate con vela, etc.
¿Y por la noche?
C – Empieza el mundo lumínico! Autocares, construcciones y todo tipo de móviles gigantes llenos de luces, leds… y siempre con equipos de sonido y puro fuego generado por el gas propano. De hecho la organización recomienda que también costumices tu bicicleta con luces para circular de noche.
Con más de 50000 asistentes, conocerás a mucha gente… Pero si no hay electricidad, ni cobertura… ¿cómo contactas con ellos durante la semana?
C – Esa es parte de la magia. Buscas referencias en cada área, pero es casi imposible. Y si conoces a alguien que te interesa, más vale que lo atrapes, porque o te encuentras luego por sorpresa o no lo volverás a ver más…
¿Quién puede participar?
C – Todo el mundo puede ser un Burner, siempre y cuando encajes con los valores y requisitos mínimos de la Comunidad. Es decir, predisposición, conciencia, limpieza, amor…
Y cada nueva edición, un tema diferente… ¿Cuál fue el de este año?
C – Metrópolis de Fritz Lang.
¿Qué forma tenía la construcción que quemaron?
C – El muñeco de un hombre como cada año, porque es el símbolo de “Burning Man”; pero más estructurado y con elementos lumínicos, homenaje a Fritz Lang.
Dicen que cuando vuelves a casa después de vivir un “Burning Man”, vuelves diferente… ¿te ocurrió lo mismo?
C – Existe el camino el camino de Santiago, pero lo contemporáneo es ir al Burning Man.
Crees que Burning Man influencia de alguna manera el mundo de la moda?
C – Sí. De hecho hay una serie de complementos tipo brazaletes-bolsillo; que están basados en el origen hippy de los 60 y se ha incorporado en el estilo californiano gracias a la influencia del Burning Man.
A parte de ti, conoces a alguien relacionado con el mundo de la moda que haya asistido a Burning Man?
C – Sí, Custo por ejemplo, es ya un Burner con experiencia.
¿Qué es lo más increíble que viviste o viste allí?
C – El Campamento Ashtram-galactica, que era como un Hotel cinco estrellas pero en el desierto. Organizó un concurso strip-tease ambientado a lo Fritz Lang donde sorteaban 5 suites tipo chill-out mientras cantaban. Cuando todo el mundo pensaba que era un Milli Vanilli, se apagó el generador y empezó realmente el espectáculo que se tornó en un especie de musical a capella a lo Jesucristo Superstar, con juegos de luces… el mejor club posible en todo el desierto de Nevada.
Para acabar… ¿repetirías?
C – Claro… pero creando un artefacto estilo Chu.
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